Prevención y tratamiento de la resistencia a la insulina

Aunque la carga genética no se puede modificar, si es posible tomar medidas para reducir y tratar la resistencia a la insulina (RI). 

Medidas para reducir la resistencia a la insulina

Normalizar el exceso de peso, realizar ejercicio regularmente y llevar una dieta saludable son las medidas preventivas y terapéuticas más importantes.

• En caso de obesidad o sobrepeso una disminución de un 5-10% del peso corporal ha demostrado que mejora la sensibilidad a la insulina. 
• La práctica de ejercicio físico regular ayuda a mantener un peso corporal sano y además mejora la sensibilidad a la insulina. El ejercicio activa la captación de glucosa por las células musculares para que pueda ser utilizada como fuente de energía. Se recomienda un mínimo de 30 minutos de ejercicio aeróbico al día, cinco días a la semana.  
• Realizar una dieta saludable mejora la sensibilidad a la insulina, para ello es necesario evitar el consumo de dietas hipercalóricas, con alta carga glucémica, ricas en azúcares simples, carbohidratos refinados, grasas saturadas y grasas “trans” que favorecen la aparición de la RI.  
• La dieta mediterránea representa el paradigma de dieta saludable. En esta dieta la abundancia de productos vegetales garantiza un alto contenido en fibra, vitaminas y antioxidantes. Se caracteriza por un consumo frecuente de verduras, legumbres, frutas, tubérculos, cereales integrales y frutos secos, una ingesta moderada de pescado, aves, huevos, y lácteos, y un consumo solo ocasional de carnes rojas y sus derivados. El aceite de oliva constituye la principal fuente de grasa en esta dieta.

Recomendaciones

Realizar una dieta saludable como es nuestra dieta mediterránea constituye, por tanto, un factor protector en la aparición de RI.